El sector del fitness y el bienestar lleva muchos años de retraso frente a otros, como la tecnología. Es, en los últimos 10 años ,cuando se han comenzado a realizar estudios científicos y teóricos que están haciendo avanzar, por fin, y tomar un buen ritmo en innovación. Pero aún estamos lejos y la pregunta es, ¿por qué no aprender de otros sectores que han conseguido diseñar metodologías de trabajo óptimas para la consecución de objetivos? En este artículo veremos como aplicar la metodología Agile, con su framework Scrum como referente para ofrecer a nuestros clientes un modelo que funciona en la consecución de sus objetivos.

 ¿Qué es la metodología Agile?

La metodologái agile surge de la insatisfacción de los modelos tradicionales de trabajo, los que hacían que un producto se entregase, normalmente, fuera de tiempo y, en algunos casos más extremos, con unas funcionalidades que ya no eran necesarias debido al largo tiempo de desarrollo del producto.

Las metodologías ágiles -o Agile- nacen en entorno al desarrollo de software para resolver los problemas descritos anteriormente.

Hasta el nacimiento de la metodología Agile, en los años 90, el desarrollo de software se realizaba en cascada, definiendo unos requisitos y el producto final a desarrollar, con periodos de tiempo de desarrollo muy grandes, de más de 6 meses, en algunos casos hasta 2 años, donde cada uno de los departamentos realizaba su parte y se pasaba entre los distintos equipos unidisciplinares el resultado de cada uno.

Lo siento, no me he enterado, ¿puedes ser más concreto?

No te preocupes si no te ha quedado claro, a través de las anteriores definiciones, qué son las metodologías Agiles, a veces hablamos con demasiados tecnicismos.

Aunque si vemos los 12 principios sobre los que se sustenta el manifiesto Agile, seguro te queda un poco más claro:a 

  1. Satisfacción del cliente. 
  2. Bienvenidos los nuevos requisitos. 
  3. Entregas por semanas. 
  4. Es posible medir el progreso. 
  5. Desarrollo sostenible.
  6. Trabajo cercano. 
  7. Conversación cara a cara. 
  8. Motivación y confianza. 
  9. Excelencia técnica y buen diseño. 
  10. Simplicidad.
  11. Autogestión de los equipos.
  12. Adaptación circunstancias cambiantes.

Y ahora, ¿te parece más claro? ¿Estamos hablando de software o de un programa para bajar peso? Seguro que la mayoría de los principios te suenan familiares y los aplicas en la gestión de tus clientes. Ahora parece que empieza a tomar sentido la cosa. Profundicemos algo más.

 ¿Qué es Scrum?

Scrum es un framework para la aplicación de las metodologías Agile. Aunque su naciemiento ocurre en los entornos de programación y desarrollo de sotware, según sus creadores, se puede aplicar para casi cualquier tipo de proyecto, aunque no todos los proyectos requieren del uso de Scrum.

Su definición oficial sería «Scrum es un marco ligero, iterativo e incremental para administrar el desarrollo de productos». Alguna de sus cualidades son: flexible, rápido, adaptable, iterativo, eficaz.

 ¿Quién utiliza Scrum?

Scrum es utilizado por las principales empresas del mundo para crear la mayoría de proyectos que actualmente conocemos. Empresas como Google, Spotify o Amazon lo utilizan consiguiendo resultados realmente prometedores, con productos de éxito.

 ¿Cómo nos ayuda Scrum a conseguir los objetivos?

Lo primero que debemos olvidar es de definir unos objetivos a largo plazo con una planificación fija durante todo el tiempo del programa que definamos para nuestro cliente. Aunque este es un punto que vamos superando los profesionales del fitness, la nutrición y el bienestar, aún se pueden encontrar planes de entrenamiento y dietas planificadas a un mes vista sin tener en cuenta los cambios que puedan ocurrir en el tiempo intermedio. Debemos definir un objetivo principal como, por ejemplo, bajar un 10% de grasa y después comenzar a trabajar en ventanas de tiempo pequeñas y acotadas en el tiempo. La aplicación correcta equivale a realizar una la planificación dividida en macrociclos, mesociclos y microciclos

El Coach (personal trainer, nutricionista, etc.) preparará una lista de tareas o acciones a realizar definiendo así el «Product Backlog» general, como puede ser beber más agua o reducir la ingesta de cafeína y, junto con el Cliente, se establecerán las tareas a realizar en el primer «Sprint» o microciclo de, por ejemplo, 1 semana de duración. Estas tareas formarán el «Sprint Backlog» y serán tareas muy concretas y acotadas y ordenadas en base a la prioridad que defina el Coach para conseguir un objetivo concreto durante este tiempo, el «Sprint Goal«. Un ejemplo de estas tareas pueden ser cada uno de los ejercicios de las rutinas de entrenamiento, cada una de las comidas a realizar o definir cuánta agua se ha de beber cada día. En este punto es importante introducir hábitos en la rutina diaria.

El Cliente, cada día, acudirá a su lista de tareas y se pondrá a realizar una a una en el orden de prioridad que se haya definido. Además, las personas que trabajan para conseguir el objetivo, deben reunirse todos los días para ver el estado del progreso, a través de una reunión corta, de no más de 15 minutos llamada «Daily«. En nuestro caso, es el Cliente junto con las personas con las que trabaja cada día -la presencia del Coach sólo será requerida en caso de que también esté involucrado en el proceso diario, como por ejemplo un entrenamiento personal asistido de forma presencial-, intentará dar respuesta a las siguientes preguntas:

  • ¿He completado todas las tareas del día anterior?
  • ¿Qué voy a hacer hoy que me ayude a completar mi objetivo?
  • ¿Puede haber algo que ponga en riesgo realizar las tareas que tengo para hoy?

Hacerse estas preguntas nos permitirá avanzar cada día, evitando contratiempos o sorpresas ingratas más adelante.

Tras finalizar cada uno de los Sprints -un microciclo, en nuestro caso- se debe realizar una reunión de «Retrospectiva» entre todas las personas involucradas, por lo general, el Cliente y el Coach, así como el resto de personas, en caso que las haya. En esta reunión se analizará si se ha cumplido el objetivo definido, qué ha ido bien, qué ha ido no tan bien y se definirá la lista de tareas a realizar en el próximo microciclo, junto con el siguiente objetivo a cumplir. Es importante analizar si el trabajo que se ha realizado este microciclo ha ayudado a acercarnos al objetivo global y si se deben ajustar algunos parámetros, en caso de ser necesario, como pudiera ser el caso de las calorías a consumir o del peso a levantar en cada ejercicio.

El proceso se repetirá tantas veces como sea necesario hasta que el cliente considere que ha alcanzado su objetivo general que puede ser el definido en un principio o, en cambio, haber sido modificado. Lo importante es que el cliente obtenga unos resultados finales satisfactorios.

 

Conclusiones

Aunque Scrum tiene muchos detalles en los que no hemos entrado, el concepto general es el detallado. Nos debemos quedar con la flexibilidad a la hora de poder definir los objetivos en periodos cortos de tiempo (microcilos o sprints), con la definición concreta de las tareas a realizar y con las revisiones diarias de las mismas para evitar sorpresas futuras.